La propuesta se entiende como un soporte clave e innovador para favorecer la implantación de una movilidad sostenible en las nuevas empresas logísticas de la zona.
En su condición de borde urbano dentro del sistema de terrazas fluviales del Manzanares, la propuesta establece relaciones con el paisaje.
La propuesta aprovecha las tierras procedentes de la excavación, para generar una topografía artificial y fértil, que dialoga con los cerros antrópicos de la zona, controla la captación de agua, genera soporte de actividades y espacios de descanso, y resuelve el acceso de vehículos de gran tonelaje hasta la cota +.7.00 permitiendo duplicar la operativa
El tratamiento de estas áreas verdes, 9.000 m2 de taludes con arboledas, humedales, zonas ajardinadas y balsas de lluvia, reproducirá ecosistemas naturales recogidos en la red natura como extensión del paisaje próximo y el parque metropolitano, vegetaciones adaptadas que requieren bajo mantenimiento.
La propuesta huye de la imagen dura, y rígida propia de estas actividades. El proyecto viene determinado por el uso de materiales naturales como el corcho, la madera, una gran presencia de lo vegetal, y de las superficies de u-glass. Todas ellos, proporcionan una materialidad ligera, y cambiante, de transparencias vegetales y vítreas, que se iluminan con su actividad por la noche siendo un elemento de referencia en el entorno, y que se transforman de color y frondosidad para controlar la incidencia solar en los cambios estacionales.