La vivienda se ubica a las afueras de un entorno rural, rodeada de edificaciones agrarias y ganaderas, en ella convive un carácter industrial y unos materiales que responden a la normativa de la zona. La vivienda se ha construido de arriba a abajo; Un volumen de hormigón se sustenta en tres patas del mismo material, esto permite solucionar con un sólo gesto, el acabado de fachada, el cerramiento, la estructura portante, y la configuración de los huecos tanto de planta baja como de primera.
El proyecto toma de la construcción de la zona, la inercia térmica como estrategia frente a las bajas temperaturas, reinterpretándola con procesos constructivos más optimizados.
Para lograr un aspecto más amable del hormigón, se han utilizado pigmentos naturales de la zona, y posteriormente al desencofrado se ha lavado el hormigón con chorro de arena.