La propuesta establece una premisa ligada a la conservación y revaloración de la construcción existente. Esta premisa parte de la comprensión y conciencia sobre la intervención de los edificios históricos y sus atributos estéticos y urbanos. En este sentido, se recupera el edificio estableciendo operaciones de continuidad y consolidación de los elementos arquitectónicos propios. Para ello, se limpiaron todas las ampliaciones posteriores en el tiempo, demoliendo lo superfluo y lo añadido, quedando la esencia del proyecto original y reflejando una actitud alineada con la propia naturaleza de la arquitectura racionalista a la que pertenece el edificio.
El criterio de intervención se basa en la introducción de tres elementos estratégicas que reúnen todos los espacios servidores. Estas piezas quieren distinguirse de la arquitectura original recurriendo al uso de un material y un sistema constructivo ligero y de construcción en seco. Para potenciar dicho contraste, el material utilizado para estas piezas es un panel compuesto de virutas de madera y cemento prensado, en color rojo vivo.
El proyecto revitaliza su relación con el espacio público adyacente, interactúan y se benefician mutuamente. Esto se consigue con la colocación de la cafetería en una de las terrazas exteriores en cubierta, desde la cual se disfruta de las vistas hacia La Rambla y la ciudad.